Proponía el otro día en mi espacio de recomendaciones de El Mundo la lectura de La linterna mágica, recuperada novela de aquilino Duque.
LUZ DEL IDIOMA
Sería difícil exagerar la calidad de la prosa de Aquilino
Duque. En tiempos como los actuales en los que la indigencia intelectual viene
vestida, por decir algo, con harapos de vocabulario menestral y sintaxis
pordiosera, la escritura del autor sevillano es suntuosa por léxico, por el
acopio de modismos, por el desarrollo de sus períodos y por la multiplicidad de
registros. Todo ello se advierte ya en esta temprana novela suya, publicada en
1971 y este año reeditada.
La linterna mágica, compuesta cuando aún
daba coletazos (de besugo) el sesentayochismo, es una parodia de los ambientes
de la contracultura, de las falsas o averiadas revoluciones, entre las que la
destaca la cubana, aquí aludida bajo un velo transparente y muy certero que no
sé si leyó Cabrera Infante pero a la que desde luego asentiría (también le
encantaría la página que despliega un muestrario de retruécanos). Qué bien
emplea el humor Duque, y cómo sabe acompañar al lector por los casi siempre
sofisticados escenarios de la narración. La estructura, la trama, es lo más
endeble del libro. No hay un héroe o heroína que uno pueda admirar. Ahora, qué
bien cuenta el autor esta pompa llena de sutilezas y de retratos de tipos
reconocibles que marcaron época.
Hay
espiritismo, liberación sexual, la hipocresía de una sociedad que hace aguas
menores y mayores. Y andanadas cuyo humo es vistosísimo, y de las cuales no se
salva casi nadie. En París, por ejemplo, “la Sorbona estaba plagada de estudiantes
latinoamericanos imposibles de distinguir, porque todos estudiaban sociología,
hacían versos, tramaban revoluciones, se llamaban indefectiblemente Sergio o
Raúl y estaban absolutamente persuadidos de que el Barrio Latino se llamaba así
por ellos”.
Duque
tiene facilidad para los idiomas, y destacan su oído y la capacidad de
reproducir, aun para la caricatura, inflexiones y acentos. Ya en serio, es
memorable el viaje de uno de los personajes por la India (donde se encuentra
con un embajador trasunto de Octavio Paz).
Aquilino Duque, La
linterna mágica, Espuela de Plata, 16 euros.
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